Karin
Habrán muchos más rostros frente a ese rostro, pero en un arrebato solipsista, mi visión de ese espíritu, la manifestación de esa energía que toma prestada esa forma, es lo que queda conservada en mi propia energía. Hay muchas células en juego, pero ellas saben que es sólo un préstamo, pronto dejarán de existir y soltarán su energía a otras realidades; hasta entonces, mi espíritu, encerrado en esta realidad/espejo, quedará con esa energía encantadora, con algo mucho más que un recuerdo, más que una imagen, una pieza más en el mapa emocional que me acompaña. Estar de pie, en una calle y quizás decir adiós solo con el pensamiento, sin agitar brazos ni tirar besos, pensar en Karin.
Etiquetas: Conciencia, Fotografía
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